Fantástica Medellín 96.9 FM

Facebook Instagram Whatsapp Twitter Play Store App Store

El cónclave más largo de la historia: tres años de encierro, hambre y muerte en Viterbo

Tras la muerte de Clemente IV, la Iglesia vivió su mayor crisis: un cónclave de 1.006 días con tres cardenales muertos y sin techo.

El cónclave más largo de la historia: tres años de encierro, hambre y muerte en Viterbo
Compartir

Una elección papal que se convirtió en pesadilla

En noviembre de 1268, el papa Clemente IV falleció en Viterbo, Italia, dejando vacante la silla de San Pedro. Lo que debía ser un proceso de sucesión relativamente breve se transformó en el cónclave más largo y turbulento de la historia de la Iglesia Católica, extendiéndose por casi tres años, desde el 29 de noviembre de 1268 hasta el 1 de septiembre de 1271.

Le puede interesar: Papa Francisco: el pontífice que cambió la moda papal con humildad y justicia

Divisiones políticas y estancamiento

El Colegio Cardenalicio, compuesto por 20 miembros, se encontraba profundamente dividido entre dos facciones irreconciliables: los güelfos (pro-franceses) y los gibelinos (pro-emperador del Sacro Imperio). La lucha por imponer un candidato propio impidió alcanzar el consenso necesario para elegir al nuevo pontífice. Cada bando defendía intereses seculares además de religiosos, y ninguno estaba dispuesto a ceder.

Condiciones extremas y medidas drásticas

Ante la prolongación del cónclave, las autoridades locales de Viterbo tomaron medidas desesperadas. Cerraron a los cardenales en el Palacio Papal, redujeron sus raciones a pan y agua, y hasta les quitaron el techo del edificio, exponiéndolos a los fríos inviernos. El objetivo era simple: presionar hasta forzar una decisión. Pero la estrategia trajo consecuencias trágicas.

No te quedes sin leer: ¿Qué comía y cómo vivía el Papa Francisco? Sus hábitos diarios para vivir más y mejor

Tres inviernos, un motín y cardenales muertos

La falta de alimentos, el encierro y las tensiones prolongadas provocaron un colapso físico y emocional entre los cardenales. Tres de ellos murieron durante el proceso. La situación llegó a tal punto que incluso hubo motines populares en la ciudad, que también se veía afectada por la interminable elección. El mundo católico se mantuvo durante 1.006 días sin papa, una situación sin precedentes.

La solución inesperada: un comité de seis

Finalmente, en 1271, se acordó una medida extraordinaria: la formación de un comité de seis cardenales, representantes de ambas facciones, que tendría la misión de elegir al nuevo papa. Fue así como se escogió a Teobaldo Visconti, un clérigo que ni siquiera era cardenal y que se encontraba en Tierra Santa. Visconti aceptó el cargo y fue coronado como Gregorio X.

Lea también: La explosión del cadáver del Papa Pío XII: el fallido embalsamamiento que conmocionó al Vaticano

El papa que reformó los cónclaves

Gregorio X, profundamente marcado por lo vivido, impulsó reformas para evitar que una situación semejante se repitiera. Durante el Segundo Concilio de Lyon en 1274, promulgó la constitución Ubi periculum, que estableció normas claras para el funcionamiento de los cónclaves: aislamiento total de los cardenales, reducción progresiva de comida si no se alcanzaba un acuerdo y la obligación de elegir sin intervención externa. Estas reglas han perdurado, con algunas modificaciones, hasta nuestros días.

Más noticias: Se presentan las primeras fotos del papa Francisco en féretro: ¿dónde será enterrado?

Legado histórico

El cónclave de Viterbo es recordado no solo por su duración récord, sino por haber cambiado para siempre la historia de la Iglesia. Demostró cómo las tensiones políticas pueden paralizar hasta las instituciones más poderosas y cómo, incluso en el caos, pueden surgir reformas que perduran siglos.
 

Adelaida Beatriz Vangrieken Epiayu

Sistema Integrado Digital

NOTICIAS