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Escudos invisibles: Consejos espirituales para evitar la mala energía laboral

Aprende a mantener a raya las influencias negativas con estos consejos prácticos.

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El ambiente laboral no siempre es un espacio armonioso. Las dinámicas de poder, la competencia y las tensiones diarias pueden hacer que las oficinas se conviertan en un caldo de cultivo para la negatividad. Esta mala energía puede manifestarse en forma de conflictos interpersonales, agotamiento emocional y una sensación de incomodidad constante. Si alguna vez has sentido que, sin una razón aparente, tu productividad disminuye o tu humor cambia al cruzar la puerta de la oficina, es posible que estés siendo afectado por estas vibraciones. Pero ¿cómo protegerte de la mala energía y mantener un equilibrio saludable?

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1. Lleva contigo cristales energéticos

Los cristales como el cuarzo rosa, la amatista y el ojo de tigre son famosos por sus propiedades protectoras y de limpieza energética. La amatista, por ejemplo, es conocida por su capacidad para transformar la energía negativa en positiva y mantener la calma en situaciones tensas. Llevar un pequeño cristal en tu bolso o tenerlo en tu escritorio puede servir como un escudo energético sutil pero efectivo.

2. Crea un espacio personal equilibrado

Pasar largas horas en la oficina significa que es vital rodearte de elementos que favorezcan tu bienestar. Una planta pequeña como el potus o una suculenta no solo añade un toque estético a tu espacio, sino que también ayuda a absorber energías densas. Además, tener objetos que te hagan sentir bien, como fotografías, notas motivacionales o una pequeña lámpara de sal, puede contribuir a crear un ambiente de paz y tranquilidad.

3. Practica la respiración consciente

El estrés es un catalizador de la energía negativa. Una técnica que puede ayudarte a gestionar ese estrés es la respiración consciente. Tómate unos minutos cada hora para inhalar profundamente por la nariz, sostener la respiración por unos segundos y exhalar lentamente por la boca. Este ejercicio ayuda a despejar la mente, relajar el cuerpo y renovar tu campo energético, manteniéndote alejado de las emociones negativas que puedan rondar en tu entorno.

4. Establece límites claros

Uno de los errores más comunes es permitir que el trabajo invada todos los aspectos de tu vida. Las reuniones interminables, los correos electrónicos a deshora y las conversaciones laborales fuera de horario pueden desgastarte y hacerte más vulnerable a la negatividad. Establecer límites claros no solo protege tu tiempo, sino que también refuerza tu energía personal. No temas decir "no" cuando sea necesario y prioriza tu bienestar sobre las expectativas poco realistas.

 

5. Evita participar en chismes o conversaciones tóxicas

Es fácil verse arrastrado a la marea de rumores y chismes en la oficina, pero estas conversaciones solo alimentan un ciclo de energía negativa. Participar en ellas puede llevarte a absorber emociones densas y a sentirte incómodo con tus colegas. Para evitar esto, mantente neutral y enfócate en mantener relaciones basadas en el respeto y la colaboración. Si sientes que te empujan a una conversación tóxica, redirige la conversación hacia temas más constructivos o simplemente aléjate con elegancia.

6. Usa afirmaciones positivas para blindarte

Las afirmaciones son herramientas poderosas que pueden ayudarte a establecer un estado mental positivo. Cada mañana, repite frases como “Estoy protegido y rodeado de energía positiva”, “Nada ni nadie puede alterar mi paz” o “Elijo concentrarme en lo que me fortalece y me inspira”. Con el tiempo, estas afirmaciones reforzarán tu capacidad para lidiar con situaciones difíciles y te harán menos susceptible a las influencias negativas.

7. Limpia tu energía al final del día

Al llegar a casa, dedica unos minutos para desconectar completamente del trabajo. Un ritual sencillo de limpieza energética es tomar una ducha visualizando cómo el agua se lleva todo lo negativo acumulado durante el día. También puedes utilizar incienso de salvia o palo santo para purificar tu campo energético, ayudando a restablecer tu equilibrio.

Proteger tu energía es invertir en tu bienestar

La mala energía en el trabajo puede ser inevitable, pero cómo decides enfrentarla es lo que marca la diferencia. Al aplicar estas prácticas, podrás construir un entorno más saludable y estarás mejor preparado para mantenerte centrado, sereno y productivo.

 

 

Felipe Torres Vargas

Sistema Integrado Digital

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